VÍDEO: Capataz dio su versión sobre la "película de Papo Morales", tras ocho meses escondido

2019-01-22 00:00:00

Tras ocho meses escondido, Antonio Talavera, capataz de la estancia de la madre de Gregorio “Papo” Morales, relató su vida en la estancia, las constantes amenazas que sufrió y todos los hechos que antecedieron al conocido video.

Antonio Talavera relató para el programa de ABC TVCrimen y Castigo, que fue contratado como capataz por Vilma Macchi en enero del año pasado para custodiar la estancia y alimentar unas 106 cabezas de ganado, en ese entonces firmó un contrato de trabajo y se trasladó al establecimiento junto a su familia.

“La señora es muy buena, no me puedo quejar, trabajamos bien unos cinco meses aproximadamente”, dijo Talavera que también explicó que “siempre le comunicaba (a Vilma Macchi) como iban las cosas en la estancia” y como todo iba bien quiso ayudar a su patrona.

Entonces Talavera explicó a “doña Vilma” que lo ideal sería vender las crías desmamantes antes de la entrada del invierno para que no sufriera pérdidas. La mujer pensó la propuesta por unos días pero finalmente decidió aceptarla.

Macchi llegó junto a su hijo, Gregorio “Papo” Morales, a la estancia y comunicó al capataz que decidió realizar la venta de los animales a G. 1.500.000 cada uno y que la transacción estaría a cargo de Talavera. “Papo’ estaba muy contento porque necesitaba ese dinero”, manifestó y agregó que “a veces él me pedía dinero pero yo no podía prestarle”.

Talavera explicó que hasta finales de mayo trabajó “bien con la familia” pero que en ocasiones “Papo” llegaba a la estancia con un fusil Galil de 32 tirosen manos y disparaba sin motivo alguno a los alrededores. “Su hijo empezó a “loquear” (...), no sabía qué pasaba incluso pensé en dejar el trabajo”, dijo.

Talavera aseguró que Morales siempre andaba armado y que cuando se presentaba a la estancia siempre llevaba un fusil con el cual intentaba atemorizar. “Armado nomás luego anda, dispara sin motivo”, aseveró.

Cerca de junio, surgió un comprador, según Talavera, Macchi vendería 40 desmamantes (crías vacunas) a G. 1.700.000 cada uno y que “Papo” sería el que realizaría la transacción en el establecimiento con autorización de su madre. Morales quería que el cheque esté a su nombre para luego cambiarlo, sin embargo, “doña Vilma” no permitió eso, contó.

En una conversación telefónica, “la señora me dijo que no suba los animales al transganado”, dijo Talavera pero después de eso ya no pudo atender ninguna llamada porque “Papo” comenzó a disparar su fusil para presionar a los compradores diciendo que “él era el señor de la estancia”.

Con información de ABC Digital 



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