No completar a tiempo las tareas ya sea en clases o en la casa puede entorpecer el desarrollo educacional y traer como resultado un fracaso escolar y todo puede tener un motivo: los problemas de visión del alumno.

El Doctor Osvaldo Torres, oftalmólogo pediatra de la Cátedra y Servicio de Oftalmología del Hospital de Clínicas confirmó que un gran porcentaje del fracaso escolar en niños luego de la necesidad del apoyo psicológico/psicopedagógico son los problemas oftalmológicos y lleva a que cada vez más niños recurran a los profesionales del área y debería formar parte del control de rutina, según la OMS, porque hay niños con problemas de la visión asintomáticos o que los padres no se percatan de ciertos síntomas.

El especialista indicó que el primer control oftalmológico se realiza inmediatamente al nacer, posteriormente, estos deberían realizarse al menos una vez al año para un adecuado control ocular.

“Generalmente se insiste más en intensificar los controles a niños con problemas visuales, ya que muchos de estos problemas vicios refractivos como miopía, astigmatismo, hipermetropía alta, pueden ser heredados. Hace falta que un solo padre tenga problemas para que el niño también los padezca y en caso de ser ambos, el riesgo es más alto”, afirmó Torres.

Entre los síntomas que podrían prender la alerta en casa son los dolores de cabeza, niños que entrecierran o achinan los ojos al mirar, miran de costado o tienen una posición viciosa de cabeza para poder observar objetos de lejos.

También se manifiestan presentando cierto grado de retraso escolar, puesto que si el niño se para mucho en clase, puede deberse a la distancia entre su asiento y el pizarrón, al no ver bien, o si no copian la lección, a falta de buena visión.

“Lo que más vemos dentro de las patologías que causan alteraciones en vicios refractivos (consecuencia de una relación inarmónica entre córnea y cristalino) son: miopía, astigmatismo, hipermetropía, estrabismos o desvíos oculares entre otras patologías”.

De acuerdo al especialista, el problema radica en los excesos tanto en niños como en adultos, con el uso indiscriminado de dispositivos electrónicos.

“Su uso no necesariamente altera la salud de la visión, pero sí el uso en exceso de este tipo de dispositivos. No hay ningún estudio que hable de la cantidad de horas determinadas para su uso, pero sí hay estudios que hablan del número de horas de actividad al aire libre que los niños requieren y que deberían ser de por lo menos tres horas al día”, señaló.

Recomendaciones

Las principales recomendaciones son acudir a controles anuales de visión, realizar actividades al aire libre de al menos tres horas al día, limitar y controlar en lo posible el uso de dispositivos electrónicos y por sobre todo, evitar los abusos con alguna restricción de horarios, ya que sumados tres horas de televisión, más dos horas frente al computador y otras tres horas con el celular, suman en total ocho horas al día, en las que un niño está frente a pantallas con luces artificiales.

“Y eso puede generar los dolores de cabeza, incluso puede desarrollarse, sobre todo en niños con factores de riesgo, por ser hijos de padres con miopía y precipitar una incipiente miopía, por eso la importancia de los controles y actividades al aire libre”, recalcó.

Destacó que la prevención en estos casos también permite encontrar una solución lo más rápido posible.

 

El Servicio de Oftalmo-Pediatría General del Hospital de Clínicas ofrece consultas de lunes a viernes, en los turnos mañana y tarde, además del servicio de urgencias. En promedio atienden alrededor de 30 a 50 niños por día.